Ad amorem

   

Ad amorem


Amor, dichoso, elusivo,
escurridizo gañán,
que bien buscado te han
igual liberto y cautivo
aun siendo tú tan esquivo
que ya es raro ver amantes
amándose, fulgurantes
como Dios ama a los hombres:
sin dagas ni malos nombres.
Eres más difícil que antes.

No cuentas, amor, no obstante
con la determinación,
propia predestinación
de quien te busca adamante;
voluntad apasionante.
Y es que eres necesario
aunque sea involuntario
para muchos, bien lo creas,
bien por ciego no lo veas.
Eres en miles primario.

El vivir es de parejas,
siempre lo ha sido, en verdad.
Aparentas sanidad,
mas bien amargo te quejas,
pobre espíritu entre rejas,
tú, que amargamente lloras
afligido a todas horas,
pues hay un hueco en tu pecho.
Bien estás en tu derecho
de llorar por lo que lloras.




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