Cantar de dos sirenas, fragmento

MOLPE:

Acercaos, marineros,

al peñón de los placeres,

donde grandes bucaneros

olvidaron sus quehaceres.

TELES:

Quiero veros más de cerca,

ver los rostros tan valientes

que ahora escuchan a esta perca

mal cantar a cien oyentes.

MOLPE:

Olvidaron sus quehaceres

atraídos por la fiesta

Barbarroja y sus mujeres

y los hombres de su gesta.

TELES:

(Mal cantar a cien oyentes,

¡cuán perfecta y gran mentira!

Fuerte espero a mil audientes

gusto dé mi voz de lira.)

MOLPE:

Y los hombres de su gesta

y las doñas a su vez

despertáronlo en su siesta

y dijeron: "¡Hacia el pez!"

TELES:

(Gusto dé mi voz de lira;

tanto dé que atraiga a cientos,

miles dellos, a esta pira

y ardan bien su piel y alientos.)

MOLPE:

Y dijeron: "¡Hacia el pez!"

los pensares del pirata;

su infinita sensatez

le acercó a nuestra sonata.

TELES:

(Y ardan bien su piel y alientos

y hagan buena y grande cena.

¡Frena, Teles, crueles vientos

y haz que Molpe no haya pena.)

MOLPE:

(Le acercó a nuestra sonata

mi cantar que es muy sincero,

no me espantes a esa rata

que la hemos al caldero.)

TELES:

Y haz que Molpe no haya pena,

vil truhan de buenos lares.

Grande hemos toda llena

una mar de mil manjares.

MOLPE:

Que la hemos al caldero

la buenísima comida

con que hemos por entero

de curaros toda herida.

TELES:

Una mar de mil manjares 

cien aguarda hambrientas bocas.

Que anden medio cien de pares

presto a esta isla y rocas.

[...]