Invierno
Blanca y vieja asesina eres, nieve,
que por siglos y milenios acechas
a la vida humana y a sus cosechas,
haciendo que la muerte se las lleve.
Invierno, tú que hospedas a la nieve,
al hielo y al granizo, y se los echas
al débil otoño en tardías fechas,
comienzas el año con calor leve.
Y nosotros, por siempre megalómanos,
aprendimos a disfrutarte bien,
retando al mundo. Así fuerte tómanos,
oh blanca tormenta; iracunda ven,
primordial némesis de los pirómanos;
sea el mundo de nuevo tu rehén.
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