¡Cuán cristalinas aguas!
¡Quién tuviera en su hacienda tal lugar
como este, que son fraguas
de mil versos sin par
que inspírame natura a redactar!
¡Cuán bucólicas vistas!
¡Quien gozara de aquél paisaje bueno
que es cielo de liristas
a quienes alza el freno
de bien dejar en verso el mundo lleno.
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