A otra dama

Desalmada y mezquina,

villana sin ninguna compasión.

Leve pájaro trina:

es mi mala razón

que fuertemente acalla el corazón.

Estúpido e insensato

reconozco haber sido por extenso

por no mostrar recato,

pensando lo que pienso,

y ocultando secreto grave y denso.

Beldad, por mil razones

es que adoro tu buena compañía.

Dentro has corazones

tantos, que no diría

nadie que has uno solo, doña mía.

Buena eres conmigo

y no se encuentra en este vasto mundo

tan caluroso abrigo

en frío tan inmundo

que tan amable abrigue a un vagabundo.

Feliz soy yo contigo,

y espero que, desde tu perspectiva,

compartas lo que digo,

pues en definitiva

aprecio de mi lado haberte, diva.

Gracias por existir,

y gracias por dejarme parte ser

de tu vida y vivir

contigo el buen placer

que es a buenos amigos conocer.