A la reina de mi barrio

«Por el barrio la llaman La Reina»

— Anónimo

En mi barrio hay una reina. — No sé cómo es que se llama

ni si lleva una corona — con diamantes adornada.

Solo sé que ese es su título — porque así es como la llaman,

aunque ahora me pregunto — ¿qué hay detrás de aquella máscara?

¿Qué hay detrás de ese honorífico? — La he sabido mencionada

solo en una ocasión previa, — y es por esto que no hay nada

con que pueda investigar — sus veraces nombre y casa

y añadirlos a la lista — de los nobles de esta España.

Negra reina de mi barrio, — no sé cómo es que te llamas

ni si reinas justamente — o si reinas por la espada;

no conozco tu apariencia — ni tu estirpe ni tu raza

ni si es cierto que eres reina — o si el título me engaña.

Dondequiera que tú estés, — aun así, ten mis palabras:

Gran Semíramis o Dido, — catalana soberana

que prefieres mantenerte — misteriosa y enigmática,

tu leyenda aún pervive — en las voces de las masas;

sabe cierto que tu nombre — del olvido aún se salva,

y si el pueblo que gobiernas — permitiese que su fama

se perdiese con los tiempos, — estos versos aún lo bañan

de la gloria que merece; — a los siglos se lo cantan

por que viva más que tú — y que el cómo eras llamada

se recuerde tras tu muerte — como es propio de las damas

que se han hecho llamar reinas — en mi buena patria, España.